top of page

Por qué nos cuesta mantener una dieta saludable.

  • Foto del escritor: L
    L
  • 27 feb 2018
  • 6 Min. de lectura

Su emprendimiento se llama Dejá la Vaca.

El concepto principal del proyecto es reemplazar la carne por propuestas veganas, que además de ser deliciosas tienen una gran cantidad de nutrientes y proteínas para aportar a la alimentación.

Lo bueno es que cada uno de los productos lleva nombres clásicos de una parrillada tradicional, como la hamburguesa de germen de trigo, los churrasquitos de seitán, la milanesa de garbanzos o un chori de arroz yamaní.

Te recomendamos el sandwich con alguna de las propuestas que viene con quesito de castañas de cajú y la mejor salsa criolla!


Por Claudio Dituri


INTRODUCCION


“…en realidad lo difícil no

es ser lo que soy, se complica

cuando querés ser aquello

que aun no sos.”


La necesidad de pertenencia.

Pertenecer y ser aceptado por un grupo es, según Mashlow y otros autores, una necesidad humana fundamental. La mayoría de los seres humanos mostramos un claro deseo de pertenecer y ser parte de de algo más grande que nosotros mismos. Esta necesidad de pertenencia desborda del ámbito primario familiar donde se satisface. Extendiéndose después al trabajo, al grupo de amigos, al barrio y a las diferentes asociaciones, redes culturales o sociales con las que nos relacionamos a lo largo de nuestra vida. Pertenecer y ser aceptados por un grupo nos permite desarrollar relaciones sólidas y estables con otras personas, y participar del flujo afectivo que las recorre. En este sentido la necesidad de pertenencia es, la necesidad de recibir y dar afecto a otras personas, de ser parte de un entramado sólido de relaciones afectivas que nos nutren y que sostienen nuestra existencia. Es cierto que algunas personas prefieren estar solas y a penas se involucran en colectivos o redes sociales. Sin embargo, salvo que se trate de ermitaños, la mayoría de las personas mantiene una relación afectiva con otras personas y experimenta a su manera la necesidad de pertenencia.

Ahora quisiera referirme a una anécdota personal.

Un viejo proverbio griego reza lo siguiente:

“la mesa es la medianera de la amistad”

Cierta mañana, en la reserva ecológica de la costanera de la ciudad de Buenos Aires, lance un interrogante a un vendedor de chorizo. Tuve por parte de él, Eusebio Peralta, una respuesta asombrosa y reveladora. Cuando cuestioné:

“¿Por qué piensa usted que la gente elige un chori pan en vez de una deliciosa y fresca manzana?” entonces, me respondió: “atención señor, yo no vendo chorizos, VENDO HUMO”.

Gran verdad, pues cuanto rito social de pertenencia se encarama tras el bendito asadito nacional…

Entonces, ahora sabemos porque la tendencia está en elegir tal o cual comida, en lugar de la natural y saludable.

¿Qué sucede entonces cuando dicha manifestación fisiológica como es la alimentación humana, se desequilibra? Quiérase o no, debemos aceptar que nuestro sistema alimentario convencional está muy desordenado. Presentando así, un horizonte poco feliz si buscamos una vida realmente saludable.

Pues, muchas personas contestan, ante la pregunta de ¿por qué elegís comida chatarra? “porque es sabrosa”. Ignoran que existe una combinación de elementos orgánicos disueltos en grasas.

En el 2001 un grupo de investigadores de Purdue en los EEUU, encontró en la comida chatarra una sustancia llamada GLUTAMATO MONOSODICO. Ésta potencia la acción de las papilas gustativas haciendo más intensos los sabores. Sumado a esto debemos hacer referencia también a la estrategia publicitaria, que además de ser atractiva, utiliza como recurso el efecto convocante. Un terreno fértil y muy accesible para este hacer de las compañías multinacionales alimentarias, son los niños. Provocando la ingesta de este tipo de alimentos, graves trastornos en el crecimiento y rendimiento intelectual. Como también así, el aumento de enfermedades crónicas cuando son adultos como: diabetes, hipertensión arterial, alteración de colesterol o triglicéridos y cardiopatías, retraso en la absorción de calcio e irritación en el estomago e intestino o gastritis.

Todos los adultos con hijos pequeños tratemos de estar atentos a esto mencionado.

En contraposición a esta estrategia, usemos menos el delivery y tratemos de hacer propio el pensamiento de Mikio kushi, reformulador de la macrobiótica en occidente:

"Cocinar es el arte de la vida. Nuestra capacidad para pensar y actuar es un reflejo de nuestra salud física y mental. Dominar el arte de cocinar -saber elegir los alimentos apropiados y combinarlos adecuadamente- es dominar el arte de la vida, porque la grandeza y destino de todos los pueblos reflejan y se limitan por la calidad de su alimentación cotidiana. Es vitalmente importante aprender a preparar una alimentación que esté en armonía con el cuerpo y el medio ambiente”.

El cambio masivo en la alimentación que nos ha llevado de los buenos alimentos integrales a otros enlatados, procesados y refinados, ha causado una similar declinación masiva en la salud de la sociedad…

Entonces: “que comer y que no comer, esta es la cuestión.”

A través del tiempo y basándose sobre todo en una manera empírica del tratamiento, la medicina oriental ha cultivado y acrecentado la simiente del ser en el hombre. Tratando de una forma holística, cuestiones relacionadas a su salud.

En el comienzo para los originarios de oriente, el plano físico o material fue descripto, comprendido y aceptado como una forma de energía, sutil vibración del todo universal. Este principio deja entrever que tras toda existencia física se encuentra toda una realidad inmaterial, cada ser vivo, perteneciente a cualquiera de los reinos, era considerado, una manifestación del todo universal. Todo contaba con una jerarquía energética determinada, hasta objetos inanimados creados por el mismo hombre poseían un valor estético de acuerdo al grado armónico que alcanzaba, de allí, por ejemplo el alto valor simbólico de la Katana, pues se creía que cada una de estas espadas albergaba en su interior a su propio espíritu.

Ahora bien, para comprender mejor su vinculación con el plano médico en relación a esto dicho, se pensaba que un problema de salud, se debía o tenía su origen en la interrupción de este flujo energético. De allí que se desarrollaron algunas prácticas que permitían el reacomodamiento, no solo del plano físico, sino también involucrando al psicológico y al espiritual.

Trataremos de utilizar este material inspirándonos en algunas de ellas, basándonos exclusivamente en la alimentación ordenada en relación a estos principios, con el fin de equilibrar de alguna manera nuestro KI o energía universal. Para ello desarrollaremos un enfoque actual de estas recetas culinarias, para acercarnos de una forma paulatina y didácticamente entretenida, fomentando así un avance exitoso en la práctica cotidianas de la alimentación.

Para que el lector logre incorporar cada una de estas prácticas, me he basado en mi propia experiencia en relación al tema y a lo costoso que es comenzar un camino nuevo. Para ello trataré de usar un lenguaje cotidiano y directo haciendo hincapié exclusivamente en la práctica elegida.

El material consta de tres secciones o capítulos. La primera parte exclusivamente compuesta de un recetario, que haciendo foco en técnicas culinarias conocidas y probadas, estoy seguro llegaran a ser una herramienta útil para el lector principiante. Les brindará confianza asegurando el éxito en cada plato.

La segunda sección consta de técnicas desintoxicantes suaves. Facilitando la comprensión del por qué de cada punto en relación a la recomposición del equilibrio, sobre todo de los aparatos excretores. Por ejemplo, el aparato intestinal, se explicará para qué sirve la evacuación diaria, sumamente importante. Se entenderá por qué no se debe por ejemplo sobrecargar de trabajo a los riñones.

La tercera parte está basada en ejercicios respiratorios y físicos sencillos. Muchos autores pierden su objetivo, a mi entender, pues están más preocupados en mostrar todo aquello que ellos mismos han alcanzado, sin darse cuenta que esto aleja a todo aquel practicante inexperto. Pues las posturas y el ritmo de exigencia están dirigido a individuos con años de una práctica consumada. Desmoralizando a aquellos que más necesitan dicha información.

Anhelo en lo profundo, querido lector, quede establecida la intención del presente material. El interés más alto para mí, es acercar a aquellos interesados en modificar algunos hábitos trasmitidos, un puente entre la intención y la acción. Que sirva para recomponer la armonía y afinar nuestro instinto a la hora de la ingesta y el buen vivir. Siempre, se comienza un proyecto de dieta con la negación, NO a esto No a aquello y así. Creamos inconscientemente un mecanismo de resistencia a la hora de elegir lo mejor para nosotros.

Esta es una buena oportunidad, propongo abrir nuestros sentidos con una afirmación, SI quiero salud, SI quiero bienestar, “todos merecemos estar sanos”. Entonces elijo comer esto, aquello y esto otro.

Para lograr este cometido desintoxicante vamos a apoyarnos,” así como un ave busca una ramita en medio de la tormenta”, habiendo detrás de esta un enorme árbol afirmado y establecido empíricamente. La medicina oriental nos brinda con un reafirmamiento milenario y un tronco sólido y enraizado que le permite equilibrarse, dedicándose a la mejor salud, estableciendo métodos de cura natural y preventivo.

Entonces como abrazar este farallón gigantesco, propongo: “ramita, por ramita” simbolizando éstas, días de recuperación.

Los invito, démosle a nuestro cuerpo “Un día de dieta, pues la gran travesía, comienza, demos este primer paso”.

“… todo descanso requiere del esfuerzo

de hacer una pausa”.


Comments


SUBSCRIBE VIA EMAIL

© 2023 by Salt & Pepper. Proudly created with Wix.com

bottom of page